Agradezco al Señor de corazón por llamarme a servirle en el ministerio sacerdotal, para vivir la caridad en la comunidad de hermanos.
El Señor nos llama a nosotros para estar con Él y para enviarnos a predicar, quiero estar con Él en cada Eucaristía, en el santo Rosario, en mi oración personal y comunitaria, en cada sacramento vivido y celebrado.
Cada comunidad donde he prestado mi servicio pastoral me ha enseñado mucho, sobre todo me han dado la oportunidad de ver en ellas como actúa el Espíritu Santo.
Agradezco a esta parroquia del Señor de la Misericordia por recibirme como uno más de esta comunidad misericordiosa.
Gracias Señor por ayudarme a responderte.
Todos están en mis oraciones, pidan por mí.