Hoy escuchamos la parábola del sembrador, que es más que nada la madre de todas las parábolas, porque se enfoca en la escucha de la Palabra. Esta alegoría nos trae a la mente que la Palabra de Dios se convierte en semilla fecunda y eficaz; Dios la extiende generosamente por todos lados, sin importar que se desperdicie. Y es que así es el corazón de Dios, y nosotros somos un terreno sobre el que cae la semilla, sin excluir a nadie, la palabra es dada a cada uno de nosotros. Ahora nos...