El 3 de octubre se llevó a cabo la solemne Misa en la que se conmemoró el 176 aniversario del Prodigio de Ocotlán, la aparición del Señor de la Misericordia, ocurrida en el año de 1847.
La celebración fue presidida por monseñor Ramón Salazar Estrada, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Guadalajara, prelado que fue designado en representación del Cardenal José Francisco Robles Ortega quien no pudo asistir debido al llamamiento del Papa Francisco para participar en el Vaticano para la creación de nuevos Cardenales.
Al inicio de la celebración se proyectó a los presentes un mensaje enviado desde Roma por el arzobispo de Guadalajara, Francisco Robles, los presentes aplaudieron al escuchar la cercanía de su Pastor y el deseo de estar próximo de visita en esta comunidad.
El Obispo Ramón Salazar destacó en su homilía la comparación grafica de la parábola del hijo prodigo con la celebración del Señor de la Misericordia de Ocotlán, reflexión leída en el Evangelio de este día. Ya que después de haberse alejado del padre, y vivir de las pasiones mundanas, el hijo después arrepentido y pidiendo perdón regresa postrado ante su padre; lo mismo que Ocotlán vivió a mediados del siglo XIX, cuando alejado por el pecado y postrado arrepentido ante la aparición de Jesucristo, el 3 de octubre de 1847, pedía perdón al Padre.
También en su homilía monseñor Salazar resaltó la cercanía del segundo centenario de la aparición del Señor de la Misericordia: “La fe de ustedes me hace pensar en esta fiesta de tantos años, vamos ya encarrerados y encaminados a los 200 años del prodigio, y esto nos hace pensar que en este lugar se ha descubierto y se ha experimentado la misericordia de Dios ¿cuantas generaciones, sus papás, sus abuelos, cuantas generaciones han precedido aquí y han experimentado y encontrado a Dios y algo fundamental de Dios? han encontrado su amor, su caridad y eso es lo que nos tiene aquí reunidos hoy”.
Continuó el Obispo reflexionando de cómo es que debemos compartir la misericordia a los demás, ya que eso es el objetivo de celebrar el aniversario de la aparición: “Y eso es lo que queremos llevar, como lo decía el Cardenal Robles en su mensaje: -transmitir la misericordia de Dios- ¿Si Dios me ha amado profundamente como un hijo, porque no debo y puedo llevar esta misma caridad y misericordia a los demás?”.
Concluyó su homilía diciendo “Llevemos esta misericordia a la ciudad, a los hogares, al trato con los demás, porque la hemos experimentado; por eso estamos aquí porque su amor nos ha congregado”.
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Prodigioso Señor de la Misericordia de Ocotlán
