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Madre Conchita de Ocotlán, 40 aniversario luctuoso | Prodigio GO!

Inhumación de la Madre Conchita, 1979 © www.elprodigiodeocotlan.org
Inhumación de la Madre Conchita, 1979 © www.elprodigiodeocotlan.org

El 5 de marzo de 1904 nació en Ocotlán Jalisco, la Madre Conchita, cual nombre de pila era María Concepción Zúñiga López. Era la pequeña de cinco hermanos, hijos del matrimonio formado por el señor Juan Zúñiga y la señora Simona López, estos últimos originarios de Jamay. Todos sus hermanos fallecieron, solo sobrevivió ella y su hermana Esther. Concepción fue bautizada en marzo de 1904 por el Sr. Cura Juan quintero y confirmada en febrero de 1908 por el Obispo Ignacio Plascencia.

 

UNA FAMILIA SIN DIOS

Conchita fue criada en un ambiente laico, la piedad estaba párvula en su madre y era nula en su padre, su padre ocupaba altos puestos en el gobierno revolucionario cuya posición le calificaba como enemigo de la Iglesia, el señor Juan Zúñiga fue alcalde de Ocotlán por el año de 1930.

 

La familia Zúñiga López vivía en una finca de la desaparecida cuadrita frente a la iglesia parroquial del Señor de la Misericordia en Ocotlán. 

 

UN LLAMADO DE MISERICORDIA

A sus veintidós años, en el mes de octubre de 1926, en plena persecución religiosa y mientras el templo parroquial estaba cerrado al culto, Conchita logró ingresar y contemplar la imagen bendita del  Señor de la Misericordia de Ocotlán, mientras oraba recibió la visión y mensaje del Señor, quien desde su cruz la invitaba a compartir a todos el dolor de estar escondido y solo, olvidado y despreciado, perseguido y aborrecido sin causa. Concepción comprendió que tenía en sus manos un plan divino sobre ella, una misión que buscaba desagraviar el daño a la fe cristiana causada por la guerra cristera.

 

La primera prueba fue su familia, encabezados por su padre, que jamás consentiría que su hija hiciera actos de piedad y mucho menos entrará a la vida religiosa. Conchita acudió a la parroquia y encontró en el Padre Salvador Morán a un gran confesor, el padre Moran la guio con prudencia por algún tiempo.

 

Un dos de febrero de 1930, sus padres salieron del pueblo, dejaron sola a Conchita y a su hermana, en un descuido Concepción salió de su casa y se escondió en casa de una amiga, frente a la imagen de la Virgen del Carmen se entregó por entero a Dios. Por la Madruga  fue trasladada por el Padre Salvador a la ciudad de México, ingreso a la orden de las religiosas del Buen Pastor, después al postulantado de las Capuchitas de Tlalpan. Ahí le fue encomendado como confesor espiritual al Padre José quijada, conocido sacerdote por su don de discernir espíritus, aquí fue donde Dios comenzó a revelar al mundo a través de ella la urgencia de la iglesia que era la Obra del Desagravio.

 

Como conchita se fue sin permiso, su padre la busco hasta que la encontró y pidió con amenazas al arzobispo de México se la regresará, así fue, Conchita regreso a su tierra natal, pero aquí vivió un gran viacrucis. 

 

SUFRIMIENTOS ENTREGADOS A DIOS

A su regreso a Ocotlán, María Concepción toleró los sufrimientos y dolores, las nostalgias y sacrificios que Dios le pidió y que duraron casi doce años, su familia la humilló y se burló por su fe en Cristo, ella ofreció ese pesar por la conversión de su padre.

 

Años más tarde, la conversión del alma de su padre fue para ella el mejor fruto de aquel cautiverio. Un día inesperadamente su padre sintió el toque de la gracia y quiso recordar la doctrina católica, y volviendo a la Fe, se humilló profundamente, se confesó y practicó la religión como buen católico y a los dos años de su conversión, murió santamente. El  señor Juan Zúñiga había dejado expreso mandato de que su familia no detuviese más a su hija para servir a Dios que la llamaba irresistiblemente, a fundar su Obra del Desagravio. 

 

LA CONGREGACIÓN DEL DESAGRAVIO

Conchita tuvo que esperar hasta enero de 1942, en que por consejo del Obispo Manuel Fulcheri y Pietrasanta de la diócesis de Zamora, Michoacán, ingresó en el colegio de las Madres del Sagrado Corazón aquí opto por el nombre religioso de María de la Natividad del Perpetuo Socorro.

 

Sucedió entonces que en menos de seis meses, tanto su madre como su hermana, los únicos miembros de la familia que le quedaban, habían muerto, dejándola heredera de los bienes materiales de la familia, que no eran cortos. Con ellos se compró la casa para el Desagravio, se construyó y se proveyó a todas las necesidades de la congregación.

 

En 1942, en Zamora Michoacán se realiza por la Madre Conchita la primera fundación de la congregación de las Mínimas Franciscanas del Perpetuo Socorro, años más tarde la Orden fue disuelta por el nuevo Obispo de Zamora Don Gabriel Anaya. Fue un tiempo de discernimiento y prueba, se restructuró la orden y en 1964 la Madre Concepción Zúñiga se entrevistó con el Papa San Pablo VI a quien se le compartió las revelaciones y se autorizó la segunda fundación de la congregación de las Mínimas Franciscanas en Chilapa, y en 1967 se trasladan a la ciudad de México, lugar en el que las Mínimas Franciscanas residen actualmente entregadas a la oración para pedir por el desagravio de los males cometidos a nuestra fe católica. 

 

Después de una ardua vida religiosa pero con grandes sufrimientos provocados por problemas de salud pero con un gran olor a santidad, el día 15 de octubre de 1979 expiró como las almas elegidas de Dios en apacible sueño a la edad de 75 años.

 

Parroquia del Señor de la Misericordia, Ocotlán

Investigación: Chui Brambila

 

 

 

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